El lince vuelve a Portugal

La suelta dos linces en el Valle do Guadiana, al sur de Portugal, es una gran noticia pues supone el regreso del felino al país tras más de dos décadas de ausencia. Además son las primeras liberaciones de lince fuera de nuestras fronteras. Estos dos individuos se sumaran a otros ocho que serán liberados en los próximos meses con el objetivo de crear un población estable en la zona.

Estas reintroducciones forman parte del del proyecto Life+IBERLINCE, que coordinado por la Junta de Andalucía, cuenta con 19 socios entre los que se encuentran el Gobierno de Portugal, cinco administraciones españolas, ONG, empresas privadas y públicas. Su objetivo principal es la recuperación de su área de presencia histórica, más cerca de conseguirse gracias al importante avance realizado durante 2014 con el comienzo de las reintroducciones en cuatro nuevas áreas: Matachel, en Extremadura, Campo de Calatrava y Montes de Toledo, en Castilla-La Mancha, y la que comienza ahora en Portugal.

Jacarandá y Katmandú

Los dos ejemplares, una hembra de nombre Jacarandá y un macho Katmandú, proceden del programa de cría en cautividad. La reintroducción se llevó a cabo a través del sistema de suelta blanda. Ambos fueron primero liberados en un cercado de adaptación en el que permanecerán en torno a 20 días. Una vez comprobada su adaptación al nuevo entorno serán liberados definitivamente. Los animales van marcados con collares GPS, lo que facilitará su seguimiento una vez sean liberados definitivamente al medio natural.

Esta zona del Valle del Guadiana ha sido evaluada y considerada apta para la reintroducción según los protocolos del proyecto Iberlince. Para ello se llevan realizando trabajos para el acondicionamiento de los terrenos y acuerdos con los propietarios y se seguirán realizando actuaciones de mejora de hábitat, seguimiento de las poblaciones de conejo y sensibilización de la población en el futuro.

La colaboración entre la administración y los particulares, como se ha demostrado en el caso de las sueltas realizadas en Andalucía, se ha convertido en una de las herramientas más importantes para la conservación de la especie.

En este sentido el ministerio portugués firmó en julio el llamado Pacto Nacional para la Conservación del Lince Ibérico. Este acuerdo lo ratificaron 20 asociaciones de propietarios de terrenos, agricultores, cazadores, ONG, científicos y Administraciones.